En la fiesta de la Ascensión de Jesús,nos podemos preguntar:
¿Realmente siento la presencia de Jesús resucitado y de su Espíritu en mi vida? ¿Me creo capaz de continuar su misión? ¿Me quedo mirando al cielo abandonando la realidad o tengo los pies en la tierra y acompaño hacia Dios a quienes tengo a mi alrededor? (cfr. Dabar)