Es un edificio rectangular de bellas y equilibradas proporciones, en ladrillo rojo de cara vista. En el exterior destaca la torre minimalista de hierro y ladrillo, rematada por una gran cruz. El templo, rodeado por un pequeño jardín, está dedicado a San Francisco Javier cuya fiesta celebramos el 3 de diciembre.
En el interior, 7 grandes arcos rebajados son más que una nota artística, invitan al recogimiento y la paz. La planta principal ocupa 200m2 a los que hay que añadir los salones parroquiales de similar capacidad distribuidos en diferentes salas de reunión y un salón de actos y servicios generales.
Según entramos, a la izquierda, destaca la imagen de San Francisco Javier inspirada en el famoso cuadro que representa al santo: su mano derecha está apoyada en unos mapas de la época y con la izquierda señala el mar en el horizonte, para contarnos que está dispuesto a evangelizar hasta el fin del mundo.
En el centro, podemos disfrutar de la imagen del “Cristo del perdón” y a la derecha nos encontramos con una imagen que invita a la contemplación: María sosteniendo a Jesús con sus manos, a la altura de su regazo. Más allá del realismo de esta imagen, destaca la mirada de María y su expresión de humildad.
El templo y salones parroquiales, que hoy podemos disfrutar, tardaron dos años y medio en construirse, con un presupuesto cercano a 60 millones de pesetas. La Parroquia aportó 45 millones y fueron conseguidos con mucho esfuerzo y generosidad por medio de múltiples actividades e iniciativas: taller de cajas, rifas (moto, TV), mercadillos, chiringuitos en las ferias y fiestas, donativos, préstamos, la campaña “1.000 x 1.000” y más iniciativas.
Circunscripción y zona
La parroquia san Francisco Javier está al servicio de las barriadas de “Las doscientas”, “Las noventa y seis”, “Vallehermoso” y la carrera de Alovera. En total, unas 10.000 personas que viven dentro del territorio enmarcado por las carreteras de Villanueva y de Alovera y por las calles Santiago Ferrer y Postas.