Los primeros cristianos solían utilizar varios símbolos de identificación. Uno de los más frecuentes era el pez, que en griego es Ixcís. Dibujar el pez era para ellos como decir «Jesús es el Señor, es el Salvador» pues Ixcís son las 5 letras del acróstico griego que forman la afirmación: «Jesús Cristo Dios Hijo Salvador»; afirmación que repetimos en el credo: Creo en Jesucristo, Hijo de Dios, que por nuestra salvación bajó del cielo.
