Al estrenar este año nuevo, pedimos…
Que el Buen Dios nos mire y envuelva con su ternura;
nos alegre el corazón y nos colme de paz;
nos dé sabiduría para entender la vida como entrega;
nos llene de fuerza en los días grises y de cansancio;
nos dé sensibilidad para leer los susurros secretos del corazón.
Que el Buen Dios sea nuestra fuente donde beber y nuestro horizonte hacia donde caminar. (Cfr. Cáritas).