Estamos en Cuaresma, en ese tiempo especial en el que se nos invita continuamente -por activa y por pasiva- a la conversión; 40 días en los que se nos insiste en:
Liberarnos de nuestras “alforjas” (de las preocupaciones que a veces nos paralizan).
Quitarnos las “gafas” mal graduadas (visiones o planteamientos incorrectos).
Olvidarnos en algún momento de las “agendas” (nuestros planes y ambiciones).
Arrinconar por unos minutos el “reloj” (los horarios).
Descalzarse los “zapatos” (nuestras posibles ansias de huida).
Dejar las “llaves” (nuestras seguridades y zonas de confort).
Y entonces convertidos podremos:
Manejar bien las llaves que abren las puertas de Dios.
Calzarnos nuevamente los zapatos para andar sus caminos.
Mirar adecuadamente el reloj para vivir al compás de su tiempo.
Actualizar la agenda para no olvidar sus citas conmigo -mis citas con Él.
Enfocar correctamente las gafas para poder ver el mundo a su modo.
Cargar de nuevo la alforja para llevar y sembrar sus promesas.
Feliz y santa Cuaresma.
Un cordial saludo. Eugenio Abad Vega
(Adaptación de “Para estar contigo” de Florentino Ulibarri).