“Os pido intensificar la oración para prepararnos a vivir bien este acontecimiento de gracia, el Jubileo de año 2025 y experimentar asi la fuerza de la esperanza de Dios”, nos decía el Papa al inicio de este año, que ha querido dedicar a redescubrir el gran valor y la absoluta necesidad de la oración en la vida personal, en la vida de la Iglesia y del mundo (Ángelus, 21 de enero de 2024).

En distintas catequesis, el Papa nos ha ido indicando que la oración:

• Es el camino para entrar en contacto con la verdad más profunda de nosotros mismos, donde está presente la luz misma de Dios, como enseñaba san Agustín.
• Es la brújula que orienta, la luz que ilumina y la fuerza que sostiene.
• Es un diálogo íntimo con el Creador, un diálogo que parte del corazón humano para alcanzar el «Corazón» de Dios”.
• Es como «el respiro de la vida» espiritual. No es una alternativa al trabajo, sino aquello que acompaña cada acción de la vida.
• Es el puente entre el cielo y la tierra, un lugar donde el corazón del hombre y el corazón de Dios se encuentran.
• Todo en la Iglesia nace en la oración, y todo crece gracias a la oración.

Os deseo a todos, y le pido al Señor, un buen inicio y desarrollo del curso pastoral 2024-2025. Sin duda, una oportunidad más para intensificar nuestra vida de oración.

Un saludo.