En este tiempo de Adviento del 2024, comparto con vosotros una reflexión de A. Mayor, sacerdote que se pregunta ¿qué tiene este tiempo de especial?
“En Adviento, quien desespera es porque no espera ni quiere esperar en nada ni en nadie. En Adviento, quien no espera es porque –tal vez- sólo espera en sí mismo. En Adviento, quien aguarda es porque sabe que lo bueno está por llegar. En Adviento, quien confía es porque intuye que Alguien está por venir.
¿Qué tienes Adviento que truecas la noche en día y transformas la soledad de vértigo en compañía? ¿Qué tienes Adviento que nos empujas y nos animas contra toda desesperanza? ¿Qué tienes Adviento que nos despiertas del letargo de la monotonía? ¿Qué tienes Adviento que levantas nuestra vista hacia el horizonte?
Tienes la luz que iluminará la noche más estrellada de la Navidad. Posees el despertador que espabila la fe dormida o amordazada. Tienes, más allá de la Navidad, la llegada de Aquel que de una vez por todas vendrá hasta nosotros.
Escondes, en ti mismo, la fuerza que nos invita a pensar en un Dios que viene al encuentro del hombre”.