El 9 de noviembre de 1981, la parroquia de San Francisco Javier iniciaba sus tareas de trabajo pastoral en la ermita de la Virgen de la Soledad. “Fuimos cobijados al calor de la buena Madre”. Este rincón del parque fue escenario durante 6 meses de los primeros pasos de la vida parroquial.
El 7 de abril de 1982, la parroquia se trasladaba a unos bajos comerciales habilitados para el uso en la Travesía de la Flor hasta la inauguración del nuevo templo.
En otoño de 1987, comienzan las obras del templo y salones parroquiales.
El 5 de mayo de 1990, el obispo de la diócesis don Jesús Pla Gandía inauguraba y bendecía el nuevo templo de San Francisco Javier en la Plaza de la Concordia.