“En Navidad celebramos que Dios está cerca (…), peregrina por nuestros caminos, vive nuestra vida y muere nuestra muerte. Ha hundido su vida eterna en este mundo. Navidad es el comienzo de las promesas indestructibles” (K.Rahner).
Dios nos ha bendecido y la humanidad está exultante -se alegra, canta y salta de gozo- en esa bendición.