Comenzamos la Semana Santa. Este año, la vamos a celebrar de una manera especial y rara (los sacerdotes solos y cada familia en su casa) pero no por ello, con menos fuerza y devoción.
Los bautizados estamos llamados a celebrar «apasionadamente» estos días; es decir, debemos intentar celebrarlos:
* Con pasión y entusiasmo pues celebramos nuestra salvación.
* Con compasión y aflicción pues recordamos los sufrimientos que vivió Jesucristo nuestro Señor al salvarnos y los que viven hoy nuestros hermanos.
* Como algo apasionante que llena nuestras vidas de fe, esperanza y caridad.