“Sube, sube, sube hasta el cielo,
tú que del cielo bajaste hasta la tierra,
y escogiste la suerte de los últimos.
Asciende al alto, Señor, a lo más alto…
tú que fuiste humillado y condenado,
bajado y enterrado en un sepulcro.
Levántate, Señor, asciende, sube…
y siéntate a la diestra junto al Padre.
Contigo está bien alta nuestra suerte,
muy alto está el listón de la esperanza.
Y no apartes tus ojos de los nuestros,
y sigue bendiciendo nuestro esfuerzo,
para que desde el último puesto, el del servicio,
demos por todos, como tú, la vida
y con todos vayamos a tu encuentro”
(Caritas, Cuaresma y Pascua 2020)