Ante la pregunta que nos hace Jesús, podemos responderle con las palabras del Salmo 33: «Bendigo al Señor en todo momento». Es decir, «Señor, nosotros queremos bendecirte y adorarte en cualquier circunstancia y en todo lo que vivimos, hacemos y pensamos».
«¿También vosotros queréis marcharos?» (Jn 6,67)