San Francisco Javier

Nuestro ego suele buscar reconocimiento, aplausos, privilegios, ser pagado, recompensa por lo realizado, ser servido… En cambio, en la Palabra de Dios es constante la invitación a vivir la humildad frente a la soberbia y vanidad; y la gratuidad frente a la exigencia de contrapartidas y correspondencias.
 

“Hijo, actúa con humildad en tus quehaceres” (Ecclo 3,17).