«Sobre la balanza de la justicia divina no pesa la cantidad de los dones, sino el peso de los corazones. La viuda del Evangelio depositó en el tesoro del templo dos monedas de poco valor y superó los dones de todos los ricos. Ningún gesto de bondad carece de sentido delante de Dios».
San León Magno.
«Esta pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie» (Mc 12,43)