“Es esta la fiesta más nuestra. Otras fiestas han sido incorporadas a nuestro calendario a partir de celebraciones que ya existían y que nosotros hemos adaptado, pero el domingo no tenía ningún relieve, era un día cualquiera… hasta que llegó la madrugada más radiante de la historia humana. Fue el día en que el sepulcro donde habían enterrado el cuerpo de Jesús crucificado apareció inesperadamente vació” (cfr. Misa Dominical)
Por eso, desde lo más profundo de nuestra fe, podemos decir: ¡Feliz Domingo de Pascua! ¡ Felices Pascuas de Resurrección!