Cuando respondemos a la invitaciòn que nos hace Jesús de "venid y veréis" -cuando vamos a él-, vemos que, como hizo con la suegra de Pedro, se acerca a la humanidad, la toma de la mano y la levanta de su postración.

Cuando respondemos a la invitaciòn que nos hace Jesús de "venid y veréis" -cuando vamos a él-, vemos que, como hizo con la suegra de Pedro, se acerca a la humanidad, la toma de la mano y la levanta de su postración.