Saber que no estamos aprisionados por el mundo, saber que hay salida, aire, luz en alguna parte, más allá de la muerte. De ello tenemos absoluta necesidad si no queremos morir asfixiados” (T. de Chardin). Esa sabiduría y certeza nos la da el misterio de la Ascensión de Jesús a los cielos, que hoy celebramos.