San Francisco Javier

Dios nos ha amado tanto que nos ha salvado de la nada llamándonos a existir; tanto nos ha querido, que quiso parecerse a nosotros viviendo, como hombre verdadero (…); nos ha amado tanto que nos dio el espíritu no de siervos sino de hijos» (J.Bartolomé). Y un Dios que se multiplica (se triplica) para amarnos más es un Dios «adorable».

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