San Francisco Javier

En una oración de vísperas, rezamos: 
Tras el temblor opaco de las lágrimas no estamos solos.
No estamos solos, nos acompaña, en vela, la pura eternidad de cuanto amamos.
Por nuestros difuntos, recemos:
Que vivan junto a Dios eternamente.

«¡Hogar dentro de ti nos has de hacer! Amén» (Himno Vísperas).

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