En la fiesta de Todos los Santos celebramos la victoria de lo santo, de la bondad, de la gloria de Dios, que es lo que quieren simbolizar las vestiduras blancas y las palmas en las manos de las que nos hablan el texto del Apocalipsis. Jugando con las palabras inglesas diríamos que celebramos «Holywin» (la victoria y la gloria de los santos), algo mucho más positivo y esperanzador que celebrar una fiesta de disfraces de muertos terroríficos y aterradores.