Queridos feligreses, en estas fechas navideñas, cuando os encontréis ante el llamado Belén o Nacimiento de vuestro hogar, de la parroquia o de cualquier otro lugar, os invito a hacer esta reflexión que se mueve por internet, atribuida a la familia González-Rufat:
“Si no puedes ser Ángel, pregonero de buenas noticias, sé pastor que escucha, camina y busca al Niño“.
“Si no puedes ser María, capaz de «dar a Luz y engendrar Vida», sé José que calla, acompaña y acoge“.
“Si no puedes ser Rey, que lleva ricos presentes, sé incienso que perfuma el ambiente“.
“Si no puedes ser Estrella, que guía en la fría noche, sé una sencilla luz de candil en la casa“.
“Si no puedes ser Pesebre donde descansa el Niño, sé un sencillo pañal que le acaricia y da calor“.
“Si no puedes ser un Sabio que interpreta la Escritura,
sé como la mula y el buey que enmudecen admirados“.
“Si no puedes ser la posada, sé la humilde cueva de Belén que acoge el Niño emigrante, pobre, sin techo“.
“Si no eres casi nada… quizá tú seas el Niño.
“¡Ah! No seas nunca Herodes poderoso que engaña, desorienta, persigue y mata inocentes… No habrá sitio para ti en el Portal“.
“Y al final dile al Señor: Gracias, por dejarme formar parte de tu nacimiento”.
Recibid las felicitaciones navideñas de la parroquia y mis mejores deseos para el Año Nuevo.
Un saludo.
Eugenio Abad Vega