Gracias, Padre,
pues no dejas nunca de buscarnos:
Al amanecer, al mediodía o al caer la tarde…
Gracias, Padre,
por mostrarnos tus caminos y tus planes:
los caminos de la bondad con todos y en todo
y los planes de la salvación de todo y para todos.
Gracias, por estar cerca
de los que te invocan y te buscan
con sinceridad de corazón.