San Francisco Javier

En este tiempo de Adviento que hoy estrenamos, el Señor nos invita a estar despiertos, de ahí que sea un tiempo de silencio, de escucha, de atención, de mirada interior, de acogida de su palabra y de despojarnos de la pereza, de la fatal comodidad y de la indiferencia.
 

«Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas. Haz que camine con lealtad» (Sal 24,2)

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