"Siempre que llueve escampa", "tras la tormenta viene la calma"...dice nuestro refranero.
Y el poeta añade:
"Cuando la tormenta pase,
entenderemos lo frágil
que significa estar vivos..."
La tormenta está pasando. Demos gracias a Dios.
Anhelamos vernos cobijados bajo un cielo sin oscuros nubarrones.
Vislumbramos una luz, la del final del túnel que estamos cruzando
y del que estamos saliendo, pero ¡cuidado!, afuera no es del todo "primavera"