«Dios tiene una iniciativa gratuita y sorprendente: nos habla, se comunica a Sí mismo, nos abre las entrañas de su intimidad (…) Y desea que su palabra sea acogida, asimilada, comprendida, aceptada, hecha vida y anunciada» (Sr. obispo, El Eco 26 enero).
«Esdras abrió el libro en presencia de todo el pueblo… Éste se puso en pie y respondió: Amén, amén» (New 8,5-6).