En el tiempo pascual hemos celebramos de forma especial que tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo para salvarnos y, tras resucitarlo de entre los muertos, nos envió al Espíritu Santo para nuestra santificación.
Todo ello lo encontramos resumido en la fiesta que hoy celebramos, la fiesta en honor de un Dios que nos crea, salva y santifica.
¡Bendito sea y a Él la gloria por los siglos!